Despues de una añada muy seca y otra muy húmeda, el 2019 vuelve a ser una añada de climatología ‘normal’, que facilitó en el campo obtener uvas de gran concentración, acidez y tipicidad. Para elaborar Finca Loranque se utilizan exclusivamente uvas de dos parcelas, Las Bolas y Valle de la República, ambas con viñas de más de 30 años, a unos 600 metros de altitud y poco productivas, que han alcanzado un momento óptimo de madurez para ofrecer una extraordinaria calidad.

La falta de agua sufrida prácticamente desde el comienzo de la primavera provocó un importante descenso de las producciones de uva con respecto al año anterior, hasta del 40% en la parcela de Syrah. Por contra, esta falta de humedad produjo la práctica ausencia de plagas y enfermedades en la viña, lo que contribuyó a que la calidad de las uvas fuera excepcional.

El poder de la selección

La vendimia, a primeros de septiembre, se realiza de manera manual en cajas de 12 kilogramos. Se llevan con cuidado a la bodega, donde en mesa de selección se eliminan los racimos que no dan la calidad óptima para su elaboración.


En la fermentación se prioriza respetar al máximo el fruto. Se macera en frío los primeros días y se realizan remontados diarios y control de temperatura constante. Al finalizar la fermentación alcohólica, el vino pasa a barricas de roble francés, de distintas capacidades, donde permanece 24 meses cada variedad por separado. El ensamblaje definitivo se elabora sólo al final del tiempo de crianza.


Cuando está listo, pasa a botella y evoluciona con temperatura y humedad controlada al menos otros 24 meses antes de su salida al mercado.En definitiva, otro paso más en la evolución de la reconocida ‘personalidad ' de Finca Loranque.

Añada:

2019

Graduación Alc:

14%

Uvas

80% Syrah.- 20% Tempranillo

Vendimia:

Uva recogida a mano en pequeñas cajas.

Vinificación:

Depósitos de acero inoxidable con control de temperatura.

Crianza:

24 meses en barrica francesa

Redondeo:

24 meses en botella

Nota de cata

Hermoso y limpio, rojo picota con ribetes purpúreos. Bien concentrado, con poder frutal y una amplia gama de sensaciones, violetas y pimienta, moras y grosellas negras y, abierto en la copa, humo y hierbas aromáticas como el romero. El tempranillo aporta estructura, frescura, frutas rojas, acidez, y notas especiadas y torrefactos. 


Se recomienda maridar con carnes de caza, estofados, carnes rojas, embutidos, asados, legumbres… Ideal para acompañar quesos intensos y complejos.


 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *